miércoles, 28 de enero de 2009

JARDÍN ZEN

Jardín Zen Ryoan-ji -Kioto-Japon
KARESANSUI
Se designa con este nombre a un estilo particular de Jardín Japonés, también conocido como Jardín Zen, que observa la estética del Budismo Zen y la del Taoísmo.
Se construye de acuerdo a dos principios básicos de las corrientes mencionadas:
El Yugen: simplicidad elegante y el Yohaku no bi: la sutil belleza del vacío.
En esencia es un jardín seco construido en un campo de arena de escasa profundidad, con grava, rocas y a veces se complementa con hierba, musgo y otros elementos naturales.

En este caso en particular el KARESANSUI – DHYAN (Denominado así por Dhyan Bodhi) es una reproducción (Artesanal, en madera, arena y canto rodado) en miniatura de esos jardines, siguiendo el mismo principio original con el agregado de la meditación.

Los hay de varios tamaños y formas, medidas especiales a pedido.

Aparte de ser un objeto estético-decorativo invita a ser utilizado para la meditación (Dhyana).

Según los datos consultados sobre la historia, los primeros Karesansui datan del período Muromachi (1336-1573), se construían según los principios ya mencionados y eran utilizados como forma de meditación por los monjes Zen.

Algunas interpretaciones que explican el armado y la distribución del jardín Zen:
…”La grava representa el océano y las rocas representan las islas de Japón.
Las rocas representan a la tigresa con sus cachorros, nadando hacia un dragón.
Las rocas forman parte del kanji, cuyo significado es "corazón", "espíritu" o "mente".
Una explicación reciente por los investigadores Gert van Tonder de la Universidad de Kioto y Michael J. Lyons del Laboratorio de Inteligencia Robótica y Comunicaciones ATR dice que las rocas de Ryōan-ji, forman un mensaje subliminal de un árbol. Esta imagen no puede ser percibida conscientemente cuando se las mira; sin embargo, los investigadores opinan que el subconsciente es capaz de percibir la sutil asociación en las piedras y creen que es el responsable del efecto tranquilizador de este tipo de jardines…”

….” Desde hace trece siglos, Japón diseña espacios de meditación en comunión con la naturaleza. Representan el universo y están concebidos para inspirar vitalidad y serenidad. Contemplar un jardín japonés es como sumergirse en un sueño en el que las rocas son montañas, donde la grava se modula en forma de ondas provocadas por la caída de una gota imaginaria en un estanque, y donde las cañas de bambú, al moverse, dejan oír la música de sus emociones…”
Todos estos jardines están diseñados para ser contemplados desde el interior de la vivienda, como una forma de integrar el exterior al interior, siguiendo el principio Taoista “Así como es afuera es adentro” . Generalmente las casas de los monjes tenían una terraza que daba al jardín, a paneles de papel que cerraban (como muros) las salas de meditación, que al correrlos dejaban a la vista el jardín.

Era la costumbre de rastrillar la grava para que imitara las olas del mar, alrededor de las rocas en forma circular y el resto rastrillado en forma paralela a la plataforma de la terraza o la casa. O bien como dice otra versión ….”ondas provocadas por la caída de una gota en el agua”…

Según algunos estudiosos del tema desmienten todas las versiones anteriores sobre los jardines argumentando que los monjes del Budismo Zen meditan en interiores de cara a la pared.

Verdad o mito es que los jardines existen, que al mirarlos y perder en ellos la mirada se produce un estado de meditación profunda, en donde el meditante se disuelve y pasa a formar parte del Universo representado en el Karesansui, produciendo un estado de paz y relajación profunda que permite conseguir …”la correcta percepción de la realidad”…

Por todo lo anterior es que el Karesansui-Dhyan que aquí les presento invita a recrear el mismo espacio de meditación a través de un objeto, con el cual el meditante puede armar su propio jardín y a través de la mirada pueda disolverse y hacerse uno con el Universo.

Informes y pedidos: dhyanarte@gmail.com